A las diez de la noche del 9 de diciembre de 1983 el diario Egin recibió una llamada en nombre de la banda terrorista ETA en la que informaba que habían asesinado en Rentería (Guipúzcoa) al taxista retirado PABLO GARRAZA GARCÍA. Concretamente, el comunicante informaba que "habían ejecutado al famoso Chino de Rentería".
El cuerpo sin vida de la víctima –tumbado boca abajo y con un disparo detrás de la oreja izquierda con salida por la frente–, fue localizado por agentes de la Policía Municipal en torno a las 22:45 horas en un pequeño bosque junto a la carretera de Astigarraga, en las proximidades del cementerio nuevo de Rentería. Minutos antes de las doce de la noche el juez ordenó el levantamiento del cadáver.
En un comunicado enviado al día siguiente, la banda terrorista señalaba que Pablo fue secuestrado, interrogado y asesinado a continuación. En determinados ambientes se había relacionado a Pablo con asuntos de drogas, pero el asunto no fue esgrimido por la banda en el comunicado de reivindicación como justificación para el asesinato.El mismo día que asesinaron a Pablo se produjeron otros dos atentados de la banda. El primero, en Pasajes de San Pedro, cuando a las ocho de la tarde fue tiroteado un teniente de Infantería cuando se disponía a ir al trabajo en su vehículo. El teniente se tiró al suelo y evitó que le alcanzaran los disparos. En el lugar de los hechos se recogieron seis casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum. El segundo se produjo poco después del asesinato de Pablo Garraza, cuando un convoy formado por tres vehículos de la Guardia Civil fue alcanzado por la explosión de un potente artefacto a la altura del kilómetro 27 de la autopista Bilbao-Behovia en el término municipal de Zarauz. El artefacto, formado por 20 kilos de explosivo y gruesos tornillos, fue activado a distancia al paso del convoy. Afortunadamente, no hubo heridos. El atentado sería reivindicado por ETA político-militar VIII Asamblea.
Pablo Garraza García, de 59 años de edad, era natural de Allo (Navarra). Estaba casado y su mujer,Casimira Domínguez, estaba enferma. Ejerció como taxista durante ocho años pero, tras un accidente, tuvo que dejarlo. El 10 de diciembre se celebró el funeral por Pablo Garraza en la Iglesia de San Marcos de Rentería. La iglesia estaba llena y asistieron el alcalde de la localidad, concejales del Partido Nacionalista Vasco y del PSE-PSOE. Ese mismo día, el Ayuntamiento de la localidad, sin la presencia de Herri Batasuna, condenó el asesinato de Garraza García. Pablo Garraza fue enterrado el 11 de diciembre en Allo, su localidad natal. Previamente se celebró un segundo funeral por su alma, tras el cual se formó la comitiva fúnebre hasta al cementerio, a la que se unió gran parte de los vecinos del pueblo, el alcalde y el presidente del Parlamento Foral. Al día siguiente, el Ayuntamiento de Allo condenó en una moción su asesinato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.