El 22 de octubre de 2000, seis días después del asesinato en Sevilla del doctor Antonio Muñoz Cariñanos, la banda terrorista ETA asesinaba en Vitoria, mediante una bomba-lapa colocada bajo su vehículo, al jefe de Servicios de la prisión de Nanclares de Oca (Álava), MÁXIMO CASADO CARRERA. A las 7:45 horas Máximo salió de su domicilio para dirigirse a su puesto de trabajo en la cárcel alavesa, en el que hacía el turno de mañana. Para ello fue al aparcamiento donde tenía estacionado el vehículo, un aparcamiento colectivo con acceso limitado a los vecinos a través de una puerta de seguridad que requería de una llave específica para cada una de las comunidades de vecinos que lo utilizaban. Nada más poner en marcha el vehículo, hizo explosión una bomba colocada bajo el mismo, junto a la rueda delantera izquierda, que le causó la muerte en el acto. Compuesta por entre 1,5 y 2 kilos de explosivo, el mecanismo de activación era muy sensible, ya que el coche apenas se movió unos metros de donde estaba aparcado.