miércoles, 29 de mayo de 1991

Atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Vic

A las siete y cinco de la tarde del 29 de mayo de 1991, la banda asesina ETA lanzaba un coche-bomba contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Vic (Barcelona), que quedó totalmente destruida. La explosión provocó la muerte directa de nueve personas. Dos guardias civiles: JUAN CHINCOA ALÉS y JUAN SALAS PÍRIZ; dos mujeres: NURIA RIBÓ PARERA, mujer del guardia civil Juan Chincoa, y MAUDILIA DUQUE DURÁN, suegra del guardia civil Juan Salas, también fallecido; y cinco menores de edad: FRANCISCO CIPRIANO DÍAZ SÁNCHEZ, de 17 años; MARÍA PILAR QUESADA ARAQUE, de 8 años; ANA CRISTINA PORRAS LÓPEZ, de 10 años; ROSA MARÍA ROSA MUÑOZ, de 14 años, y VANESSA RUIZ LARA, de 11 años. Además, el guardia civil en la reserva RAMÓN MAYO GARCÍA falleció al ser atropellado por una ambulancia que evacuaba a los heridos mientras prestaba auxilio a los afectados por la explosión.

Ramón Mayo García

Ramón Mayo García, de 55 años y casado, era guardia civil en situación de reserva activa. Natural de Talavera la Real (Badajoz), falleció atropellado por una ambulancia que evacuaba a los heridos mientras él mismo prestaba auxilio a los afectados por la explosión en el atentado contra la casa-cuartel de Vic, del 29 de mayo de 1991. Ramón fue reconocido como víctima del terrorismo por el Consejo de Ministros en el año 2005. Hubo otros tres heridos consecuencia de accidentes que se produjeron durante las labores de rescate y evacuación de los heridos: Josefina López Muñoz, de 48 años; Salvador Rodríguez Caña, de 17 años, y Juan Manuel Ruiz Alcalá, de 29 años.

Juan Salas Píriz - Maudilia Duque Durán

Juan Salas Píriz, guardia civil pacense de 48 años, casado y con dos hijos, murió en el atentado con coche-bomba del comando Barcelona contra la casa-cuartel de la Guardia Civil de Vic el 29 de Mayo de 1991. 

Juan Salas Píriz, era natural de Olivenza (Badajoz). Estaba casado con Manuela Morgado Duque, que resultó herida, y tenía dos hijos. La explosión del coche-bomba también mató a la suegra de Juan, y madre de Manuela, Maudilia Duque Durán, de 78 años y natural de Alburquerque (Badajoz). 

Rosa María Rosa Muñoz


 Rosa María Rosa Muñoz, de 14 años, murió en el atentado con coche-bomba del comando Barcelona contra la casa-cuartel de la Guardia Civil de Vic, en el que murieron nueve personas, cinco de ellas menores, y otras cuarenta y cuatro resultaron heridas el 29 de mayo de 1991. En el momento de la explosión, Rosa María jugaba con un grupo de amigas. Falleció en el acto. Pedro y David, sus hermanos de 15 y 17 años, se salvaron porque estaban examinándose en la Escuela Industrial. Su padre, el cabo David Rosa, se enteró del atentado estando en Madrid; mientras que su madre escuchó la explosión de la bomba desde su trabajo en un taller de confección.

María Pilar Quesada Araque

María Pilar Quesada Araque, de 8 años, estaba jugando con unas amigas en el patio de la casa-cuartel de Vic cuando el comando Barcelona detonó un coche-bomba que la mató en el acto, el 29 de mayo de 1991. En total hubo nueve muertos, cinco menores, y cuarenta y cuatro heridos.

María Pilar Quesada Araque, estudiaba en el colegio del Sagrat Cor, situado a escasos metros de la casa cuartel en la que vivía. Al domingo siguiente iba a recibir la primera comunión. Por ese motivo, la niña había ido minutos antes de la explosión del coche-bomba al colegio para mostrarle a las monjas unas fotografías de estudio que le habían hecho con motivo de la celebración del citado sacramento.

Vanessa Ruiz Lara


Vanessa Ruiz Lara, murió en el atentado con coche-bomba del comando Barcelona contra la casa-cuartel de la Guardia Civil de Vic en el que murieron nueve personas, cinco de ellas menores, y otras cuarenta y cuatro resultaron heridas, el 29 de mayo de 1991. 

Vanessa Ruiz Lara, de 9 años, también murió en el acto. Era amiga del colegio de hijas de guardias civiles. Como en otras ocasiones, su madre, Emilia Lara, había dejado que su niña fuera a jugar al patio de la casa cuartel con sus amigas, hijas de los guardias civiles. Con motivo del asesinato de Silvia Martín Santiago en agosto de 2002, Virginia Ródenas recordó en un artículo publicado en ABC la historia de otros padres que perdieron a sus hijos a manos de esta banda de alimañas. Entre otras trágicas historias se recuerda el caso de Vanessa y cómo su madre tuvo que aguantar en el juicio la declaración del asesino exterminador de niños Juan José Zubieta Zubeldía, uno de los tres autores materiales del atentado. Como respuesta a la pregunta del abogado acusador de "si no vio a los niños jugar segundos antes de lanzar el vehículo explosivo" dijo: "ése es un hecho que no valoramos porque no es nuestro problema que los guardias civiles utilicen a los niños como escudos humanos". Y añadía Emilia: "Me destrozaron la vida. ¿Qué significa que te destrocen la vida? Lo hemos dicho tanto que parece que no es nada. ¿Hay mayor dolor que perder a un hijo? ¿Puede haber algo más terrible que te arrebaten de esa manera tan brutal a tu hija de nueve años? Jamás nos ha llamado nadie del Ayuntamiento, nadie se ha interesado por nosotros, si seguimos vivos o hemos reventado

Diez años después no ha habido el más mínimo reconocimiento a los nueve muertos del atentado de Vic, cinco de ellos niños. Nada. Sólo el olvido. Y después de que te asesinan a un hijo ¿puede haber algo más doloroso que le entierren en el olvido? Ana Chincoa, que no tenía más de dos años, perdió a su madre y a su padre en el atentado. ¿Quién se acuerda de ella?" (Los Domingos de ABC, 11 de agosto de 2002). Emilia y la hermana pequeña de Vanessa, Cristina Ruiz, fueron entrevistadas en el documental Trece entre mil de Iñaki Arteta. Este es el testimonio de Cristina: "Siempre que salíamos del colegio íbamos un día al parque que había al lado de mi casa y otro día al cuartel. Ese día tocó ir al cuartel. A mí me cayó un ladrillo en la cabeza y me quedé ahí también. Ya luego vino un guardia y me cogió y me sacó para fuera". Cristina contaba cómo desde el asesinato de su hermana mayor visiona periódicamente un vídeo en el que está con Vanessa tres días antes del atentado, en el campo: "A lo mejor hay semanas que lo pongo tres días seguidos o pasan tres semanas y lo pongo otra vez. Tengo a mis hermanos, pero no es lo mismo. Ahora mismo me gustaría que estuviera para darme consejos, hablar de cosas".

Ana Cristina Porras López

El 29 de mayo de 1991, Ana Cristina Porras López, de 10 años, estaba jugando con unas amigas en el patio de la casa-cuartel de Vic cuando el comando Barcelona detonó un coche-bomba. Cristina y otras dos menores murieron en el acto, mientras que a su hermana de 7 años tuvieron que amputarle parte de la pierna izquierda. Ambas eran hijas del guardia civil Teodoro Porras. Murieron nueve personas, cinco de ellas menores, y otras cuarenta y cuatro resultaron heridas.

Francisco Cipriano Díaz Sánchez

Francisco Cipriano Díaz Sánchez, estudiante de 3° E.S.O de 17 años, murió en el atentado con coche-bomba del comando Barcelona contra la casa-cuartel de la Guardia Civil de Vic el 29 de mayo de 1991. En el ataque murieron nueve personas, cinco de ellas menores, y otras cuarenta y cuatro resultaron heridas, entre ellas la hermana de Díaz.

Juan Chincoa - Nuria Ribó Parera

La tarde del 29 de mayo de 1991, ETA impactó un coche-bomba contra la casa-cuartel de la Guardia Civil de Vic (Barcelona) tras detonarlo a distancia. Del edificio, en el que vivían 14 agentes, 13 mujeres y 22 niños, sólo quedó en pie la fachada. Se tuvieron que utilizar grúas y perros adiestrados para rescatar a las víctimas de debajo de los escombros. Nueve personas fallecieron, cinco de ellas menores, y otras cuarenta y cuatro resultaron heridas. 

El agente Juan Chincoa, de 31 años, sevillano natural de Martín de la Jara, y su esposa Nuria Ribó Parera, de 26 años, murieron en el ataque. La hija de ambos, que aún no había cumplido los 2 años, resultó herida.

jueves, 9 de mayo de 1991

Francisco Álvarez Gómez

El 9 de mayo de 1991, nueve horas antes de que diera comienzo la campaña electoral de las elecciones autonómicas y municipales del 27 de mayo, ETA asesinaba en Ortuella (Vizcaya) al guardia civil FRANCISCO ÁLVAREZ GÓMEZ mediante la colocación de una bomba-lapa en los bajos de su vehículo.

lunes, 6 de mayo de 1991

Francisco Robles Fuentes

Minutos antes de las siete de la mañana del 6 de mayo de 1991, el guardia civil FRANCISCO ROBLES FUENTES era asesinado en el puerto de Pasajes y varios compañeros suyos resultaron heridos de diversa consideración, alcanzados por la onda expansiva de una bomba que los terroristas del grupo Donosti de ETA accionaron cuando vieron acercarse a sus víctimas. El artefacto explosivo, activado a distancia, estaba adosado a una garita situada junto a uno de los muelles del almacén número 1 del depósito franco del puerto de Pasajes. Estaba compuesto por 10 kilos de amonal.