Menos de un mes después del asesinato en San Sebastián de Ramón Díaz García, cocinero de la Comandancia de Marina de San Sebastián, a las 8:00 horas del jueves 22 de febrero de 2001 ETA hacía estallar en el barrio donostiarra de Martutene un coche-bomba con casi seis kilos de explosivos. El objetivo era asesinar al concejal del Partido Socialista de Ordicia, Ignacio Dubreuil. Con este atentado indiscriminado la banda asesina no consiguió su objetivo, pero segó la vida de dos trabajadores de la empresa Elektra a los que la onda expansiva de la explosión les alcanzó de lleno: JOSU LEONET AZKUNE y JOSÉ ÁNGEL SANTOS LARANGA.