En torno a las 22:45 horas del 2 de noviembre de 1978, ETA asesinaba en Guernica (Vizcaya), al carpintero JUAN CRUZ HURTADO FERNÁNDEZ. El joven se encontraba con su novia, Manuela Mosquera, en el Bar Azul de la localidad. Varios individuos irrumpieron en el local con la cara tapada, se acercaron a la barra donde se encontraba la pareja y, sin que mediase palabra alguna, dispararon cuatro veces contra Juan Cruz. Su novia fue herida por uno de los disparos en el pecho y por otro en una pierna. Fue trasladada en estado grave a la residencia sanitaria de la Seguridad Social de Bilbao donde la intervinieron quirúrgicamente. Dentro del bar se recogieron siete casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum.
ETA llevaba varias semanas vigilando los movimientos de Juan Cruz Hurtado con el objetivo de asesinarlo. Para cometer el atentado los terroristas habían sustraído previamente un vehículo en un garaje, tras amenazar a su propietario, con el que se dirigieron al bar a esperar que apareciesen la víctima y su novia, pues el bar era muy frecuentado por la pareja.
En el comunicado de reivindicación enviado el 4 de noviembre, y en el que también se hacían responsables del asesinato de Rafael Recaola Landa, cometido poco antes en Lezo (Guipúzcoa), acusaban a Juan Cruz Hurtado de ser de extrema derecha y de colaborar con la Policía, igual que a Recaola Landa. Se decía de ellos que eran miembros ultra fascistas "pertenecientes al grupo parapolicial Guerrilleros de Cristo Rey" y confidentes y colaboradores directos de las fuerzas de la Policía.
En 1982 la Audiencia Nacional condenó a José María Sagarduy Moja, José Antonio Echevarri Ayesta, Juan Carlos Gorrindo Echeandía y Enrique Aguirre Echeita por el atentado contra Juan Cruz Hurtado. Cada uno de ellos fue condenado a 23 años de prisión por el asesinato, además de a indemnizar a los herederos de la víctima y a la novia del fallecido por las heridas sufridas en el atentado. Sagarduy Moja, alias Gatza, salió de prisión en abril de 2011 tras cumplir 30 años y 9 meses de prisión, lo que le convirtió en el preso más antiguo de la banda. Detenido en julio de 1980, cuando tenía 21 años, había sido condenado a un total de 71 años de cárcel por dos asesinatos.
Juan Cruz Hurtado Fernández, de 25 años, era natural de Villaro (Vizcaya), pero vivía en Amorebieta. Su novia, Manuela Mosquera, de 21 años, era natural de Sevilla, aunque vivía en Guernica. Tres meses después, el 7 de febrero de 1979, la banda terrorista asesinaría a un amigo de Juan Cruz, Vicente Irusta Altamira, en Ibarruri (Vizcaya), acusado también de estar relacionado con la extrema derecha.
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Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.