El 17 de enero de 1981 era asesinado a tiros en San Sebastián el subteniente de la Policía retirado LEOPOLDO GARCÍA MARTÍN. En torno a las 15:00 horas caminaba por el alto de Miracruz cuando se le acercaron varios miembros de la banda terrorista ETA que le dispararon a bocajarro en la cabeza. Leopoldo cayó al suelo, donde fue rematado.
Junto al cadáver se encontraron cuatro casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum. Para la huida, el grupo terrorista, compuesto por tres personas, utilizó un automóvil Ford Fiesta que había robado a punta de pistola a su propietario sobre la una y media de la tarde. El propietario del vehículo fue encontrado pasadas las seis de la tarde siguiendo las indicaciones del portavoz de ETA que reivindicó el atentado a través de una llamada telefónica al diario Deia.
Su pista se perdió el 18 de abril de 2009, cuando llevaba dinero a miembros de la banda, cita a la que nunca llegó. Casi un año después, su cadáver se encontró en una morgue de Toulouse. Tenía 48 años y estaba enfermo de cáncer.
Leopoldo García Martín era natural de Marbella (Málaga), estaba casado y tenía una hija. Había sido destinado al cuartel de la Policía de San Sebastián en 1943 y, aunque estaba retirado desde 1974, siguió viviendo en esta ciudad.
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