BENJAMIN FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ solía pasear todos los días con un par de amigos por la Parte Vieja de San Sebastián. Aquel martes, 16 de febrero de 1982, hacia las 14:30 horas, miembros del grupo Donosti de ETA dispararon por la espalda a quemarropa contra el ex guardia civil. Sucedió frente a las escalinatas de la iglesia de Santa María, en pleno centro de San Sebastián. Eduardo Pablos Vilanova, uno de los amigos que lo acompañaba, resultó herido en un tobillo.
Por este asesinato fueron condenados Jesús María Zabarte Arregui (en 1985) y Juan José Iradi Lizarazu (en 1988). Zabarte, el carnicero de Mondragón, es uno de los terroristas más sanguinarios de ETA. Nacido en 1945, entró en la banda asesina en 1967 con 21 años, captado por Domingo Iturbe Abasolo, Txomin. Fue encarcelado y salió libre con la amnistía de 1977. Pero nunca se redimió: su sangrienta trayectoria se resume en su participación en 20 atentados y 17 asesinatos, entre ellos el de Benjamín Fernández.
Su detención se produjo en la madrugada del 15 de junio de 1984. Zabarte estaba escondido en un piso de la familia Miner en el casco viejo de Hernani. El asesino dormía con dos fusiles AK-47 y 2.500 cartuchos junto a dos miembros del grupo Donosti que él lideraba: Juan Luis Lecuona Elorriaga y Agustín Arregui Perurena. La Guardia Civil entró por sorpresa en el piso y detuvo a Zabarte, pero los otros dos etarras se hicieron fuertes con la munición acumulada. Fueron conminados por Zabarte a rendirse, pero se negaron. El caso se hizo célebre porque los guardias civiles salvaron en el tiroteo, que acabó con la vida de Lecuona y Arregui, al niño Imanol Miner, de ocho años, que posteriormente ingresó en ETA, donde hizo "carrera" atesorando también un sangriento historial.
Zabarte, el carnicero de Mondragón, acumula condenas por 615 años y en 2008, con 63 años, seguía en la cárcel de Huelva. Es uno de los presos más antiguos de ETA: en ese momento llevaba 24 años seguidos en la cárcel. Su salida de prisión se produjo en otoño de 2014, gobernando el Partido Popular.
Benjamín Fernández Fernández de 61 años, era de Puebla de Burón (Lugo). Estaba casado y tenía una hija. Benjamín, agente retirado de la Guardia Civil, trabajaba desde doce años antes de ser asesinado como conserje en la Delegación del Ministerio de Educación de San Sebastián.
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Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.