El 8 de abril de 1991, y también en Baracaldo (Vizcaya), ETA asesinaba de nuevo a un policía nacional. JOSÉ MANUEL CRUZ MARTÍN, agente de la escala básica, murió como consecuencia de la explosión de una bomba adosada a los bajos de su coche cuando circulaba por la calle Juan de Garay, a unos 200 metros del cuartel de la Policía. Eran aproximadamente las siete y media de la tarde.
Su mujer, Catalina Rebollo Samaniego, que le acompañaba, resultó herida grave en las piernas y tuvo que ser trasladada al Hospital de Cruces. Estuvo incapacitada 270 días. Catalina, además, sufrió una fuerte crisis nerviosa al ver el cuerpo de su marido completamente destrozado dentro del coche. Varios transeúntes tuvieron que sacarla del amasijo de hierros en que había quedado convertido el vehículo.
La onda expansiva de la explosión produjo, además, heridas leves a un chaval de 15 años, Asier de la Mata, y a María del Carmen Álvarez Serrano, de 37.
El funeral se celebró al día siguiente en Bilbao. El ministro del Interior, José Luís Corcuera, advirtió a los autores del atentado que "serán puestos a disposición de la Justicia, entre otras cosas porque nos ayudará este pueblo a detenerles. Incluso creo que quienes hasta hace poco eran sus amigos también nos van a ayudar a apartar de la circulación a esta especie que no puede vivir en sociedad".
En 1995 fueron condenados a 50 años de cárcel, como autores del asesinato de José Manuel Cruz, los etarras Raúl Alonso Álvarez, Germán Urízar de Paz y Jesús María Mendinueta Flores, alias Manu. Mendinueta Flores fue detenido en una operación contra el grupo Vizcaya de ETA el 29 de agosto de 1991, en la que resultaron muertos tras un tiroteo el etarra Juan María Ormazabal, El Turco, y el ertzaina Alfonso Mentxaca.
En 2006 fue condenado a 52 años, también como autor, Juan Carlos Iglesias Chouzas, alias Gadafi, que consiguió huir de la operación en que fue detenido Mendinueta Flores. Durante el juicio el etarra tuvo que ser esposado por su negativa a levantarse del asiento y estuvo paseando por la cabina en actitud desafiante durante toda la sesión.
La Audiencia Nacional consideró probado que Mendinueta Flores e Iglesias Chouzas confeccionaron el artefacto explosivo que mató al agente. Después se lo entregaron a Alonso Álvarez y Urízar de Paz, con la información del domicilio y los datos del vehículo de José Manuel. Ambos forzaron la cerradura del vehículo y colocaron el artefacto bajo el asiento del conductor.
José Manuel Cruz Martín, natural de Huelva, tenía 27 años. Su mujer, 24. Había ingresado en la policía en 1988 y estaba destinado en el País Vasco desde el 1 de febrero de 1989. El matrimonio no tenía hijos.
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Es fundamental recordar y honrar a todas las personas que perdieron la vida o resultaron afectadas por los actos violentos perpetrados por ETA. Cada una de estas víctimas merece nuestro respeto y solidaridad.